En un mundo que a menudo celebra la perfección, un perrito nos recuerda que la belleza viene en todas las formas y que ser “diferente” puede ser absolutamente mágico.
Conoce a Chupey: un cachorro rescatado de seis años con orejas saltones, ojos muy separados, pelo corto y ralo, y una mordida invertida inolvidable que muestra sus encantadores dientes salientes.
Puede que no parezca un perro típico, pero para su madre Kaley (y para los cientos de miles de personas que siguen cada uno de sus movimientos en TikTok e Instagram ), Chupey es perfecto tal como es.
“Él nació así”, dijo Kaley, quien vive en Georgia, en una entrevista con Newsweek.
De cachorro, Chupey casi se llamaba Ed, en honor a la hiena bobalicona de ojos grandes de El Rey León . Pero a medida que su personalidad empezaba a brillar, era evidente que necesitaba un nombre tan único y lleno de vida como él.
La personalidad alegre de Chupey y su entusiasmo por la vida han conquistado corazones de todos lados, pero su historia comienza con un toque de incertidumbre y mucho amor.
“Chupey vino a vivir conmigo porque en ese momento estaba muy involucrada en el rescate de perros”, compartió Kaley. “Esta pareja en particular me había llamado antes para una camada de cachorros, pero aún no me habían dejado ayudarlos a esterilizar a la madre”.
“Me avisaron que había nacido un cachorro muy diferente al resto y que parecía no crecer de la misma manera”, recordó. “Acepté ayudar solo si me dejaban esterilizar a la madre, y por suerte lo hicieron”.
Desde el principio, hubo algo innegablemente especial en Chupey.
Su mirada despertó preguntas y curiosidad, incluso entre los científicos.
Desconocemos la causa exacta. Al secuenciar su ADN, descubrimos que tenía una trisomía parcial en el sexto cromosoma —explicó Kaley—. Sin embargo, los genetistas no creen que esto sea la causa de su apariencia. Cada vez estoy más convencida de que se trata de un problema hipofisario congénito.
La glándula pituitaria, aunque pequeña, desempeña un papel fundamental en la regulación de todo, desde el crecimiento y el metabolismo hasta las funciones reproductivas. Si no se desarrolla adecuadamente, puede provocar rasgos inusuales o problemas de salud, como el de Chupey.
“Durante sus primeros años de vida, las diferencias de Chupey eran principalmente superficiales”, dijo Kaley. “Pasamos mucho tiempo en el veterinario cuando era muy joven, intentando hacerle análisis de sangre y orina para averiguar la causa de su apariencia”.
Finalmente, a Chupey le diagnosticaron diabetes insípida, una enfermedad que afecta la capacidad del cuerpo para regular el agua. Pero con un plan de tratamiento cuidadosamente controlado y medicación, está mejorando.
“Tiene que usar suéteres y pijamas en invierno y usar bastante protector solar en verano”, dice Kaley. Pero más allá de esas pequeñas adaptaciones, sus diferencias no lo frenan en absoluto.
De hecho, Chupey vive la vida con un entusiasmo que es nada menos que contagioso.
“Lo único que quiere hacer todo el día es jugar a la pelota”, rió Kaley. “Juega hasta desmayarse. Tiene juguetes guardados por toda la casa y en el patio, y sabe dónde está cada uno”.
Y esa misma energía desbordante, amor y alegría pura le han hecho ganarse el cariño de los amantes de los animales de todo el país. En redes sociales, sus videos alegran el día a la gente. Llueven los comentarios llenos de amor y admiración:
“Es hermoso y lo amo”, escribió un usuario de TikTok.
“¡Qué preciosidad!” dijo otro.
Para Kaley, Chupey no es solo un perro con una apariencia inusual. Es un tierno recordatorio de que el amor incondicional, la resiliencia y un espíritu juguetón pueden eclipsar cualquier diferencia física.
Y para miles de personas que lo ven en línea, él es una prueba de que lo que nos hace diferentes también puede hacernos extraordinarios.